Por qué no sigo el enfoque tradicional de una clase de yoga

¿Alguna vez te has preguntado en qué se fundamentan las clases de yoga a las que asistes? ¿Te gusta que haya un plan de curso que te muestre el abanico de posturas y técnicas del yoga, o que quien guía la clase te ofrezca una experiencia más terapéutica? Te voy a contar cómo lo hago yo.

En el mundo del yoga, hay ciertos estilos que se fundamentan más en un método definido por una persona concreta que en las necesidades presentes del alumno. Plantean un método cerrado, con escaso margen de variabilidad, y que se asume como eficaz.

Estos estilos, a menudo, implican que una práctica avanzada es aquella en la que las posturas son cada vez más exigentes físicamente (por ejemplo, el Ashtanga o en Vinyasa flow).

Habiendo sido alumna de algunos de esos métodos (¡los cuales sigo disfrutando cuando lo siento!), defiendo cada vez más una práctica cuya evolución consista en el refinamiento del sentir físico y psicoemocional, y la capacidad de asumir prácticas de introspección cada vez más profundas. Y esto, paradójicamente, requiere prácticas menos exigentes físicamente.

La mayoría de las personas vienen a clase con dolencias que necesitan ser tratadas: lumbalgias, hernias, capsulitis de hombro, pinzamientos de cadera, descoordinación respiratoria, ansiedad... Estos problemas suelen ser somatizaciones de un estado del sistema nervioso alterado por trauma, conductas inconscientes dañinas, percepción alterada de la realidad... Pero antes de trabajar ahí, hay que tratar el síntoma para que la persona tenga la calma y el alivio de entrar profundo.

Por tanto, mi estilo de trabajo consta de lo siguiente:

• NUTRIR:

Un tejido o función del cuerpo que no se usa, se pierde. Es optimización corporal. Por eso, hablamos de "recordarle" al cuerpo todo lo que puede hacer. Un enfoque terapéutico que consiste en alimentarlo con todos los movimientos que sabe hacer, deshacer bloqueos y tensiones, y fortalecer aquellos músculos que el cerebro mandó desechar por falta de uso durante años.

• SENTIR:

A nivel físico, desarrollar en la persona su capacidad de propiocepción (ubicar el cuerpo), interocepción (sentir los estímulos internos, especialmente antes de que generen dolor) y exterocepción (percibir los externos). Esto es especialmente útil para evitar que las señales del cuerpo pasen desapercibidas y acaben somatizándose en dolor o lesiones.

A nivel psicoemocional, nos sirve para conectar las emociones y estados con el cuerpo. Todo es uno, y si no tomamos consciencia de lo que está sucediendo, el cuerpo va a hablar. Y si no lo escuchamos, ¡comenzará a gritar!

Al ser conscientes de cómo late nuestro corazón, del nivel de tensión o relajación de nuestros tejidos, dónde se produce la respiración... podemos entender qué está sucediendo en nuestro sentir e incluso nuestro inconsciente. Y darnos lo que necesitamos.

• SANAR:

Tras desarrollar el sentir (ser capaces de sentir todo el cuerpo, sus cambios, y las emociones y sensaciones que nos atraviesan) es cuando podemos entrar a sanar lo percibido.

Desde reacciones físicas (respirar mal, tensar abdomen, contraer mandíbula...) conectadas al sentir, pasando por pensamientos recurrentes, tendencias de la mente, recuerdos dolorosos, creencias dañinas... hasta traumas que dejaron huella en el cuerpo.

Por tanto, lo que vas a encontrar en mis sesiones no es un programa para aprender muchas posturas y técnicas del yoga, sino una experiencia de bienestar accesible a todos los cuerpos que trabaja el sistema nervioso y el sentir en sus múltiples aspectos, como la somatización o la conciencia de nuestros estados y nuestra capacidad de cambiarlos.

Pero esto no significa que otros métodos/estilos queden en la categoría "inferior". Al contrario, este post es una llamada a reflexionar sobre lo que buscamos en una clase de yoga, y a buscar la coherencia con nuestros valores y necesidades de cada momento. Cada estilo/método es muy capaz de satisfacer distintas necesidades, solo tenemos que saber cuáles son :)

Si estás interesad@ en asistir a alguna de mis clases, revisa mi sección de Yoga o escríbeme (no siempre la tengo actualizada). ¡Nos vemos en la esterilla!